No es la primera vez que hablamos de la limpieza con hielo seco y sus aplicaciones. Pero, en esta ocasión, queremos hacer especial hincapié en sus ventajas sobre otros sistemas de higienización. Conócelas todas aquí.
La limpieza con hielo seco se ha convertido en una de las soluciones más socorridas en la industria para dejar impecables las instalaciones, sobre todo, aquellas de difícil acceso o en las que la suciedad se resiste a salir. Incluso, cuando ya se han probado otras soluciones también eficaces, pero más abrasivas. A medida que el uso de este sistema de higienización ha ido evolucionando y sentando sus bases, también ha ido ganando adeptos.
De esta manera, la limpieza criogénica y sus bondades cada vez están más presentes en diferentes sectores y en soluciones para la limpieza de todo tipo de superficies y manchas. Desde Tecarral, como expertos en maquinaria industrial, ya hemos definido qué es la limpieza con hielo seco, cuándo es recomendable recurrir a ella y qué situaciones son las más habituales para su uso.
Ahora, además de mantener nuestra oferta de máquinas específicas para hacer posible la higienización criogénica de tus espacios de producción, queremos que conozcas sus ventajas.
Cinco razones a favor del uso de la limpieza con hielo seco
El principal protagonista de este sistema es, precisamente, el hielo seco. Se trata de dióxido de carbono congelado que, expulsado a alta presión, consigue eliminar hasta la suciedad más difícil y de manera no abrasiva. Su funcionamiento es similar al de otras técnicas de limpieza como el chorro de arena, pero su principal ventaja es la ausencia de residuos cuando termina todo el proceso.
Estas son las cinco razones o ventajas por las que la limpieza criogénica está más que recomendada:
- Rapidez y eficiencia de los esfuerzos de limpieza. Si recurres al hielo seco para dejar tus espacios impolutos, no necesitas invertir tiempo en desmontar o extraer la maquinaria, el mobiliario o aquello que deseas limpiar. El “chorro” de dióxido de carbono llega a cualquier rincón con facilidad. Pero, además, una vez aplicado, tarda poco tiempo en secar. Así, se podrá continuar con la actividad habitual sin esperar demasiado.
- Eficacia en la limpieza sin deteriorar los materiales. Como ya mencionamos más arriba, una de las principales ventajas del hielo seco es que no es abrasivo como otros sistemas de higienización. Con la presión con la que sale el dióxido de carbono de la máquina es suficiente para eliminar cualquier mancha.
- Seguridad sanitaria. Tanto para los técnicos encargados de realizar la limpieza con hielo seco como para los materiales sobre los que se apliquen. No utiliza ninguna sustancia química o tóxica, por eso se puede utilizar en industrias más delicadas como la alimentaria.
- No deja residuos. Cuando la máquina y el operario terminen la tarea de limpieza, el único rastro de dióxido de carbono visible será la ausencia de suciedad.
- Gran versatilidad. Como compendio de todo lo anterior, podríamos decir que la limpieza con hielo seco es aplicable a todo tipo de circunstancias sin riesgo: para manchas resistentes o para lavados rutinarios; para su aplicación en aparatos eléctricos sin dañarlos; en superficies mecánicas en marcha…
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